Ni derecha ni izquierda, indígenas
martes, 19 de agosto de 2008
NI DERECHA NI IZQUIERDA, INDIGENAS.
En breve libro[1], publicado justo año atrás en Colección EL río subterráneo de solar, Alberto Vergara -joven preclaro ensayista-, nos revela un electorado peruano políticamente racional y memorioso en extremo. Concentrémonos en dos dimensiones de su análisis que explicarían el retorno (2006) de García a palacio: la dimensión institucional y la económica.
El primer plano agrupa los candidatos entre aquellos más cercanos a la ley o a la discrecionalidad. Una mirada inicial muestra que 53.8% del electorado escoge la institucionalidad, otro 38% se inclina por lo discrecional. En los extremos, ni Valentín Paniagua ni Marta Chávez superan el 8 % de las preferencias. El pueblo es partidario de la ley pero busca aquel que, sin escaparle, esté más al centro, Alan en su momento.
El segundo plano agrupa a los candidatos entre libre cambistas y estatal intervencionistas. 54.9% prefiere el intervencionismo, 36.9% el librecambismo. Nuevamente en los extremos ni Lourdes Flores ni Ollanta Humala logran ganar y el pueblo escoge al que, en su horizonte de preferencias –el estatal intervencionismo- luzca como el mal menor, nuevamente García.
El texto va a fondo con una tercera dimensión histórico - cultural que revela la buena memoria del electorado peruano. Nosotros esta vez nos quedamos con la instantánea para preguntarnos qué ha cambiado desde entonces.
La pregunta exacta: ¿Qué cambia en el pueblo peruano que ahora retira su apoyo al presidente? (CPI: 71.8% de desaprobación, Agosto 2008). La respuesta: en el pueblo nada, en el gobierno bastante. Alan, con danzarina ligereza, se ha deslizado ante la mirada peruana, del respeto por la ley a la discrecionalidad y del intervencionismo al librecambismo. Es decir, se ha descolocado de las preferencias populares.
En entrevista de ayer lunes 18 de Agosto al diario La Primera, el actual presidente del congreso, Javier Velazquez Quesquén, es cuestionado: “¿Lo que me está diciendo es que ustedes representan la continuidad del modelo fujimorista y eso explica su entendimiento con ellos? Así es. Tiene que haber continuidad”. Por su parte, en su célebre Perro del hortelano, el presidente García expone con transparencia el modelo de desarrollo nacional de su gobierno, se trata de retomar la antigua propuesta de Hernando de Soto (El otro sendero). Para la amazonía esto es “privatización de recursos y paisajes naturales del país, la que, una vez producida, capitalizaría a la gente pobre y, sobre todo, a la rica, que con la seguridad jurídica de la propiedad podría invertir en la generación de empresas productivas”[2].
Se podría llenar de trágicos ejemplos esta hoja: las componendas para la elección de la actual mesa directiva del congreso, la ley anti ongs, el cambio de régimen penitenciario de Alberto Fujimori, el aumento de los procesos de lotización de la amazonía, muchos etc. Pero lo nombrado en el párrafo previo basta para evidenciar que la caída en la popularidad del mandatario más tiene que ver con su (dis)capacidad cinética para la danza (ya lo vieron en el teteo) del disloque político económico, que con los supuestos ánimos desestabilizadores que se le viene achacando a diversos actores. Alan se ha movido, ya no representa las preferencias de la población y por eso cae en las encuestas y, por supuesto, con eso viene la denuncia a los supuestos desestabilizadores del gobierno.
Tengo serias dudas sobre si las denuncias y declaraciones oficiales al respecto vienen del seso, del corazón, o sólo de la lengua. Ya antes del proceso del 2006 diversos analistas advertían lo que venía, algo no tan sencillo como grandes bloques de oposición desestabilizadora, más bien un caos de explosiones sociales relativamente descontroladas y desconectadas. En el tiempo trascurrido desde entonces, el gobierno ha probado -¡dos años!- que no existe en el país oposición que se merezca tal membrete, tienen la cancha libre. Pero tener uno que otro enemigo bajo la manga nunca cae mal. Figuras que se piensan de arena a vista fáciles de pisar, como la sociedad civil organizada alrededor de la defensa de los derechos humanos y el medio ambiente, o fantasmales amenazas internacionales, como el payaso de Chávez y las casas del ALBA, todos reunidos en La Izquierda.
Terco en tildar a cualquier discrepante como Izquierda, el gobierno insiste en distanciarse del electorado y sus preferencias, identificándose por oposición como Derecha.
El día de ayer altos representantes del gobierno han vuelto a llamar la atención sobre azuzadores, izquierdistas, comunistas, enemigos del desarrollo, perros del hortelano[3] que manipulan a los indígenas en protesta desde el 09 de este mes. El último número de Caretas, da voz a un empresario anónimo que se extraña por un indígena que cava un metro y corta un cable, demasiado know-how para él. Por igual, si las conversaciones en San Lorenzo se cortan, debe haber un rojo titiritero detrás de indígenas ignorantes.
Yo pensé que ya habíamos superado eso de que en Uchuraccay se confunden las cámaras con rifles. Yo creía, en estos tiempos de mineras, petroleras y sus consultoras peleándose sociólogos y antropólogos recién egresados para oírles hablar de interculturalidad, que el etnocentrismo, la integración y la homogenización nacional andaban de retirada. He de declararme cándido y, después, desencantado, hemos regresado al auge del asimilacionismo. En pleno ALC – UE escuche al presidente decir una gran verdad, un problema serio del país es la dispersión geográfica, acto seguido le escuche decir una gran sonsera, hay que concentrar esas poblaciones. Señor García ¿Cuándo a usted le duele la cabeza… se la corta?
Es el problema del poder, tener tanto, carecer de oposición, hace prescindible la democracia, molesto escuchar el zumbido del discrepante. Como la reina de corazones de Alicia en el País de las Maravillas, más fácil es cortar cabezas. El mundo se vuelve llano, hay derecha, hay izquierda, buenos, malos, ¿algo más? ¿Qué es este artículo? ¿bueno, malo? ¿derecha, izquierda? ¿soy un azuzador? ¿cabe otra posibilidad?
Pienso que el 09 de Agosto es otra posibilidad, pienso que en medio de la imagen blanco negro que ve el gobierno, ahí comienza aparecer algo, con color achiote y huito para empezar.
La historia del movimiento indígena amazónico peruano es una ilustración de riqueza, un reto al pensamiento simplista y espero un espacio de aprendizaje.
Este empieza como respuesta a las políticas de colonización que sostenían la amazonía era una tierra sin hombres esperando a los hombres sin tierra. Allí se forjan las primeras federaciones que terminan por constituir AIDESEP, el gremio de todos los pueblos indígenas amazónicos peruanos. La lucha tomó básicamente una forma jurídica y apostó por el reconocimiento integral de la territorialidad indígena.
La estructura jurídica nacional no estaba (aún no está) preparada para el reto de la territorialidad indígena. Hace pocos días un redactor de la revista Somos (diario El Comercio) comparaba el territorio indígena con una casa. Es un buen esfuerzo, pero no termina de graficar la interpenetración de cosmovisión, espíritu, fuente de recursos y diversas experiencias que la territorialidad indígena resume.
Cuando en un inicio funcionarios estatales de origen costeño o andino empezaron los procesos de titulación de tierras nativas, ahogados de premuras y desconocimiento cultural, entregaron pequeñas parcelas de territorios aislados. Desde entonces, los indígenas vienen trabajando por el camino de la ley a nivel nacional e internacional para que el Estado reconozca el resto de espacios que tenían usos distintos durante otra época, que poseían otro significado y que habían quedado fuera de la titulación original. Este trabajo incluye el reconocimiento de la inembargabilidad, imprescriptibilidad e inalienabilidad del territorio indígena, se ampara en el convenio 169 de la OIT (por favor señores de todos los diarios, dejen de sumarle 100 al ahora convenio 269) y actualmente en la Declaración universal de los derechos de los pueblos indígenas, ambos reconocidos por el Estado peruano y, por tanto, instrumentos que buscan proteger derechos -Proteger derechos, función del Estado ¿Se acuerdan?
En el camino, los pueblos indígenas han sufrido diversos cambios, inserción al mercado es uno de los más importantes. Muchos esperan ahora realizar una agricultura extensiva en territorios cuyo correcto manejo tomó miles de años de aprendizaje a sus ancestros, que desarrollaron chacras integrales que no lavan o degradan la frágil capa de nutrientes del suelo amazónico y muchas otras prácticas de aprovechamiento (ciencia indígena, doctorado de todo un pueblo).
El problema de esta inserción al mercado es que es de carácter subalterno, en medio de en un sistema que no dominan, que por tanto los pone en posición desventajosa, de dependencia, lo que mella su autonomía (autonomía, libertad, Kant ¿se acuerdan liberales?) y aumenta su exclusión y pobreza. Como en el darwiniano anuncio de la universidad de Lima, el libre mercado pone otorongos frente a gacelas. La interculturalidad, el diálogo entre pueblos distintos, no puede soslayar que los puntos de partida son diferentes y si aún no somos completamente cínicos sobre la dignidad y los derechos humanos, nos veremos forzados a reconocer la necesaria vigencia de derechos colectivos para pueblos indígenas.
Es en este contexto que el 09 de Agosto del 2008, los pueblos indígenas base de AIDESEP dan inicio al paro indefinido en contra de un paquete de leyes (la 1015 es la más temida) que consideran atentan contra su integridad territorial y que, según un prestigioso jurista, se alejan de las facultades otorgadas por el congreso al ejecutivo para legislar sobre el TLC, siendo por tanto inconstitucionales[4]. También reclaman la vigencia del convenio 169 de la OIT, el reconocimiento de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los Pueblos Indígenas, el retorno del PETT en vez de COFOPRI[5], elevar el INDEPA a rango ministerial, entre otros. A mi me parece tan simple como cualquier otro reclamo por legítimos derechos.
Su protesta ha sido pacífica, masiva, ordenada y de nivel nacional y, sin embargo, el Estado se demoró 06 días en acercarse a conversar. ¿Qué pasa ahí? ¿No ve el gobierno la relación lógica entre la toma indígena de estaciones de bombeo de petróleo y delivery de gas y la necesidad de consultar antes de chantarles la maquina en su sala?
Y es que acá no cabe ser tan simplista y seguir diciendo derecha o izquierda, acá ha entrado el factor indígena, la diversidad cultural de nuestro país de la que FOPTUR se enorgullece. Se hace necesario la escucha y el diálogo.
En principio ni el gobierno ni el resto de peruanos tendría que sufrir sobresaltos. A diferencia de otras latitudes, los indígenas peruanos no cuestionan la soberanía estatal, no cuestionan al Estado, más bien le reclaman inclusión. Su demanda va hacia el reconocimiento, es un reclamo por autonomía y no por soberanía. Es más, para no alterarle los nervios a nadie, aquí ni siquiera -como en el vecino Ecuador- se habla de nacionalidades, aquí se sigue usando la palabra Pueblos.
Los indígenas han mostrado voluntad de diálogo, una vez más han actuado pacífica, paciente y racionalmente. Estos pueblos, que con justicia aún se sienten experimento y colonia interna, que llevan los mayores índices de exclusión del país, que han protegido durante siglos el pulmón del planeta ahora herido por el conflicto político global y la voracidad corporativa de las industrias extractivas; estos pueblos indígenas que pelearon en el Cenepa contra hermanos de su propio grupo etnolingüístico para defender al Perú y se enfrentaron a Sendero en la selva central; estos pueblos, que son poseedores de una riqueza cultural y acervo de sabiduría insondable apenas vislumbrado, estos pueblos, señores del gobierno, se merecen más respeto.
[1] NI AMNÉSICOS NI IRRACIONALES. LAS ELECCIONES PERUANAS DEL 2006 EN PERSPECTIVA HISTÓRICA
[2] Chirif, Alberto: http://www.peripecias.com/ambiente/401ChirifPerroHortelano.html
[3] Tanto adjetivo ¿No parece más un sketch de Los Chistosos?
[4] Eguiguren en reciente estudio de Oxfam América (seguramente otro rojo azuzador)
[5] Ya pues, demasiado conchudo que la entidad encargada del fomento a la privatización vea también la seguridad jurídica de los territorios indígenas. Eso es como las petroleras pagando los estudios de impacto socio - ambiental.
Tienes toda la razón, pienso de idéntica manera.