Iwo Jima Chola (Caretas 1984)
domingo, 15 de julio de 2007
Iwo Jima Chola (Original en Caretas 1984)
El comentario de la última edición de CARETAS ha despertado las inquietudes algo histéricas de por lo menos un ‘blog’ en Internet. Su autor, una vez identificado, incluye su currículum vitae con premios que no especifica. CARETAS quiere otorgarle uno: el Oscar a la Verborragia.
En ese blog también se destaca una sección titulada “chau, Bákula” que busca expulsar a la directora del INC, Cecilia Bákula, por el incidente.
Eso es típico de quienes necesitan encabezar denuncias para destacarse, aunque liquiden a personas valiosas.
CARETAS ha seguido las circunstancias del incidente para dejar las cosas bien en claro.
El curador Armando Williams de la Casa Mariátegui hizo llegar a la revista documentos que demuestran lo siguiente:
–Él sí informó a la dirección del INC de las actividades que llevaría a cabo en junio, imprimiendo el boletín de la Casa Mariátegui con fecha 25 de mayo, aunque lo entregó a la funcionaria Janet Campojo con una anotación disculpándose por la “demora”.
–En todo caso, no es cierto, como se dijo a CARETAS, que en el INC no estaban al tanto de la muestra en sí, ya que el 7 de junio la Casa Mariátegui pidió fondos para imprimir el afiche de ‘Piero Quijano: Dibujos en prensa (1990-2007)’.
–Lo que no parece haberse conocido en el INC es la urticante Iwo Jima chola que ilustraba el afiche, ya que fue entregado por el proveedor el 25, a 48 horas de la exhibición.
–El título de la muestra era “manso” comparado con ‘Memorias de la Ira: Violencia y Mestizaje’, ‘El Problema Campesino en el Perú. Frente al TLC y la Explotación Minera’ o ‘El Che sobre la Banca y el Crédito’, temas más “calientes” tratados todos en seminarios en esos días en la Casa Mariátegui.
Entonces, ¿qué pasó con el afiche y las otras dos caricaturas descolgadas?
Se trata de dos situaciones diferentes.
El afiche Iwo Jima llevaba el sello del INC. A Pedro Pablo Alayza, director del Instituto Cultural Peruano Norteamericano (ICPNA), entrevistado por CARETAS en la página 88, habría que preguntarle si el ICPNA hubiera utilizado como afiche la caricatura de Bush mordiendo el cuello de la Estatua de la Libertad al estilo vampiro para promover una exhibición de la prensa norteamericana (Ver página 89 de Jaime Bedoya).
El semanario The Village Voice habrá escogido y pagado por esa ilustración ¿pero el ICPNA?
Lo mismo se puede decir de otras caricaturas en la página 89. ¿La Casa de las Américas destacaría a Fidel Castro hablando desde un ataúd? ¿La República Federativa de Rusia imprimiría paneles con Putin convirtiéndose en Stalin?
Se podrá decir que no estamos hablando de democracias reales, pero tampoco vemos al Consejo Británico financiando una muestra contra la guerra en Iraq, ni al Centro Cultural de España difundiendo la ilustración artística de un geo aplicando el garrote a un etarra.
Eso es pedirle peras al olmo de las más sólidas democracias.
Lo que sucedió con las otras dos caricaturas descolgadas sí es imperdonable por lo ridículo. Ese Alan García (ver también página 89) es un caballero que se parece a Helmut Schmidt. ¿Estuvo Cecilia Bákula al tanto del comportamiento “hacendoso” de esas encargadas?