DISCURSO DEL SEÑOR PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA ALAN GARCÍA EN CEREMONIA DE LANZAMIENTO DEL PROGRAMA DE REPARACIONES COLECTIVAS
miércoles, 20 de junio de 2007
DISCURSO DEL SEÑOR PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA ALAN GARCÍA EN CEREMONIA DE LANZAMIENTO DEL PROGRAMA DE REPARACIONES COLECTIVAS
Estadio Municipal de Huanta, Ayacucho, 16 de junio de 2007
Dignas autoridades nacionales
Queridos conciudadanos, hermanas y hermanos del Perú:
Hoy, en presencia de Dios Todopoderoso que a la búsqueda de la justicia, venimos hasta ustedes en esta provincia, en la cual se alcanzó la más alta cuota de violencia y de crueldad en los años aciagos para dar el primer paso de reinvindicación y de reparación a las víctimas individuales y comunitarias, haciendo que se cumplan las recomendaciones que se nos han alcanzado, para que poco a poco se abra camino a la reconciliación, se olviden los rencores y se perdone.
Dios es justicia, Dios es verdad, pero Dios es también perdón y misericordia y la verdad y la justicia tienen el objetivo de encontrar en el fondo de todos, la hermandad, la fraternidad, la igualdad del prójimo; por eso enarbolando la bandera de la justicia venimos ante quienes fueron víctimas inocentes, ante quienes no mancharon sus manos con sangre, sino que vieron sus hogares manchados por el dolor; venimos ante ellos a dar el primer paso entregando esas reparaciones que ahora son colectivas, pero que van a encontrar poco a poco el camino de hacerse individuales, porque aquel que perdió a su hijo, a su esposo, a su esposa, aquel que perdió a su padre, aquel que vio truncada su infancia y su juventud tiene que ser reconocido tambien por el Estado.
Reinvidicamos que así como hay derecho a la expresión y a la opinión, derecho a la participació, también hay un derecho a la justicia y derecho a la justicia es derecho a la igualdad, justicia es reparación, pero justicia tambien es vivir en un país igualitario que no desprecie a nadie, que vea en el dolor del más pobre lo mismo de terrible que en el dolor del poderoso, y que reconozca a todos como seres humanos iguales.
Hoy venimos a comenzar estas reparaciones, a las que nadie se puede oponer en nuestra patria, porque son justas, porque se interrumpieron muchas vidas, porque muchos huérfanos quedaron y porque necesitamos compensar.
Jamás la vida volverá, pero podrá abrirse en el corazón de todos el perdón, la misericordia, volver los ojos al pasado, no buscando revanchas ni venganza, volver los ojos al pasado para comprender y para que no vuelvan los erores, para que no vuelva el mal camino y la maldad, para no permitir que se infiltre la violencia entre nosotros porque conduce siempre a lo dramático y a lo terrible y a cosas de verdad irreparables, ante las que sólo Dios con su perdón y su misericordia puede abrirnos nuevo camino.
Por eso estamos aquí, con profunda emoción y sinceridad, para reconstruir nuestra hermandad de peruanos, para reconocer a los más pobres entre los pobres, para saludar al huérfano, a la viuda, para saludar al que perdió a sus hijos y decirles el Perú no te olvida, más allá de lo dramático de lo ocurrido, todos somos seres humanos y debemos ser recordados por igual.
Y la democracia es justicia, y la democracia es reparación y la democracia es acercarse al que sufre dolor, amputacion, pérdida; por eso es importate este acto que es en verdad histórico.
Venimos ante víctimas de la violencia, pero pensamos en millones de peruanos que son víctimas del olvido, porque a la base de todo, está la terrible separación entre los que tienen y los que no tienen, entre los que son ricos o de alguna manera tienen algo gracias al Estado y a la modernidad, y los que no tienen porque nacieron en el Ande, sobre terrenos pedregosos, los que no tienen porque no tuvieron tal vez el alfabeto español, los que no tienen porque nacieron muy pobres y esa separación enorme que tiene siglos, es la que tiene que ser de verdad reparada en nuestra patria.
Por eso el objetivo del gobierno que comenzó lo expuse claramenter ante todos los peruanos, los que tienen mucho o tienen algo deben esperar un tiempo para favorecer a los que no tienen nada; a los que no tienen carreteras, ni escuelas, ni agua potable ni electrificación rural; ese es el sentido de un gobierno de justicia, por eso al lado de esta reparación que comienza hoy con 440 comunidades para que hagan alguna obra que les recuerde que el Estado está a su lado y se acordó de ellos, y que más adelante cumplirá con el huerfano y la viuda; al lado de esto está la gran reparación que hemos planteado como objetivo del gobierno.
Hay 13 millones de peruanos que por haber nacido en los andes o en pequeños caseríos y comunidades, no tienen luz eléctrica, entonces lo prioritario, lo importante es darle luz eléctrica que es modernidad y hemos aplicado 600 millones de soles para dar luz eléctrica este año a 400 caseríos y comunidades, y si esos peruanos que son 13 millones, no tienen derecho al caño de agua potable que los libra de las epidemias y las enfermedades a ellos y a sus hijos, ¿qué cosa hacemos?; ¿mejorar los sueldos de los que ya tienen algo allá, o darles agua potable a los que no tienen sueldo ni el Estado se acordó de ellos durante largo tiempo?; ahí está la disyuntiva de la justicia, ahí esta lo que el gobernante debe escoger y yo he escogido dar agua potable para todos, y por eso en este año hay mil millones de soles ya en ejecución; y en los primeros días de julio, podremos pasearnos por Huancavelica para inaugurar 74 obras de agua potable en 74 comunidades y caseríos.
Electrificación rural, agua potable, educación de calidad, terminando el analfabetismo, que es una lacra tremenda con la cual nos hemos acumbrado a vivir; y hay quienes dicen ocúpese de los niños y de su calidad para el futuro; olvídese de los mayores que no saben leer; por qué?, porque tenemos que dejar vivir o ir a la tumba a un adulto sin poder comunicarse?
Y yo puedo decirles que antes del fin del año, y lo puedo prometer ante Dios; Ayacucho será territorio libre de analfabetismo para encarar de una manera mejor su futuro.
Y salud; cuando se concentran los hospitales en las grandes ciudades y se olvida el remedio, la medicina para la posta médica, cuando los médicos piden un empleo en la localidad perdida para pedir de inmediato su traslado a Lima, entonces el Estado tiene que tener mano dura para saber que el pobre también necesita médico, odontólogo, medicinas y ese es el objetivo que debemos cumplir y para el cual yo les pido ayuda.
Comecemos hoy con estas reparaciones ante lo terrible que vivió nuestro país, sepamos que nunca la maldad debe volver a nuestra tierra, que debe haber perdón, que debe amor, que debe haber reconciliación, que debemos vernos como iguales, y que los que tienen mucho jamás vuelvan a despreciar a los que no tienen nada, que el gobierno debe tomar el partido y estar al lado de los que no tienen nada para hacerlos respetar por quienes tienen algo; ese es el sentido de la justicia.
Yo los saludo a todos, en este acto fundamental y estoy seguro que volveremos a encontrarnos, ya directa e individualmente con la viuda, con el huérfano y seguiremos nuestro trabajo en grande para dar agua potable, electrificación rural, educación, salud y caminos, y volveremos porque hemos comenzado ya el camino de Huantamayo y lo vamos a continuar hasta llegar a su extremidad.
Y si queremos de verdad, una reparación profunda, tenemos que hacer una sola y buena vía asfaltada desde Abancay, Andahuaylas, que llegue a Ayacucho, que continúe en Huancavelica, que nos una con Huancayo, y de todos esos lugares hacia Lima, para que el campesino tenga destino para sus productos; crédito agrario, semillas mejoradas, ayuda para el campesino, agua potable, electrificación rural; esa es la reparación histórica, profunda que debemos lograr para el Perú.
Bienaventurados los que sufren la pérdida de un hijo, de un hermano, de un padre porque de ellos tiene que ser el reino de la democracia; bienaventurados los que han llorado y sufrido largo tiempo y con más dolor en el último tiempo; bienaventurados los que esperan justicia o los que han sufrido persecución; bienaventurados los débiles; bienaventurados los de pensamiento justo porque tendremos que trabajar para ellos teniendo por testigo a Dios y su mandato.
¡Viva Ayacucho!
¡Viva Huanta!
¡Viva el Perú!