Los blogs o la decadencia de occidente

jueves, 18 de diciembre de 2008

Aparecido en QueHacer 172

Fuera de cualquier definición estrictamente técnica, no hay una sola definición de blog. La traducción literal al español es “bitácora virtual”, pero esto no termina de englobar el conjunto de cosas que han pasado o pasan con esta suerte de fanzines digitales.

Los blogs aparecen con fuerza después de lo que se ha llamado la gran burbuja de Internet. Mucha de la apuesta en Internet, durante la década pasada, estuvo en esos grandes portales donde uno podía informarse de todo. Siguiendo la lógica de los mass media, estas súper-webs lo tenían todo y se disputaban unas a otras la “audiencia” de Internet. Se “infló” la Internet y luego reventó, llevándose en el camino a varios proyectos que terminaron quebrando en la bolsa.

La idea del blog es que todos nos volvemos ya no consumidores de Internet, sino productores de información, escritores amateurs, “periodistas ciudadanos”. Aparece el concepto del “prosumidor” (mitad productor/mitad consumidor). Y gracias al famoso algoritmo de Google (donde el “éxito” de una web en Internet se mide por la cantidad de referencias que le hacen otras webs), aparecen también los blogstars. Con tanta gente buscando pertenecer a esta suerte de estrellato en Internet, el negocio se salvó.

Pero esta apertura de Internet respondió a intereses comerciales concretos, también es necesario señalar que este despertar de la “opinión pública digital” coincide con un desencanto generacional, dentro de lo que alguien (no me acuerdo ahora quien) llamó el “horizonte Seattle”. Es decir, el desencanto y redescubrimiento de jóvenes de capas medias, con cierta literacidad (educación superior, acceso a información privilegiada) desde fines de la década pasada, por la política y los medios. En muchos blogs hay esta idea de “decir lo que los medios no te dicen”, de hacer una suerte de metaperiodismo.


¿Moda, movida o movimiento? Quizá un poco de todo. Varios medios han lanzado gritos de alerta sobre esta suerte de pequeños broadcasters caseros. Otros han, como el politólogo Andrew Keen ha dicho que todo este mundo de blogs y algoritmos de Google está atacando las propias bases de occidente, que esta utopía aparentemente democrática de Internet empobrece el conocimiento mismo. Blogs sin editores, que observen la veracidad de la información que por allí circula y que no revise la calidad de los textos.

La pregunta también podría ser lanzada a los propios medios masivos, si es que de verdad cumplieron el sueño moderno del control de calidad del producto final. Sin embargo, lo nuevo aquí es el volumen del ruido informativo, la capacidad que tiene la información producida para recombinarse y tener como resultado nueva información, decontextualizada y recontextualizada a cada momento.

Una cita (imagen, texto, audio) puede mezclarse con otra y tener como resultado un producto único, que a su vez puede remezclarse, al ser convertida como cita por otro bloguero, con una cita nueva. Un texto con vida, que se alimenta de sí mismo, produciendo textos que no volverán a ser leídos jamás. (Sé que la imagen más cercana a esto es la del “Libro de Arena” de Borges, quizá yo mismo me he inspirado en ese texto para escribir estas líneas).

La versión local de este “horizonte Seattle” se mueve en redes muy reducidas, sino endogámicas. Redes de jóvenes de dos o tres universidades, que encuentran mayor eco que otras redes de personas de la misma edad. Quizá por eso el impacto que han tenido en los medios masivos (con los cuales se enfrentan, regularmente), pero donde hay una suerte de retroalimentación permanente. Por allí que las limitaciones de los blogs (sobre todo los blogs políticos) en el Perú sean justamente las limitaciones de la participación política de estos mismos jóvenes.

Pienso que todo esto es solo el comienzo. Que los blogs terminarán siendo absorbidos por nuevas herramientas (dirigidas a los nuevos dispositivos personales que combinan wifi, telefonía móvil, etc.). Nuevos medios de comunicación personalizados. El fin de la sociedad de masas tal como la conocías. La decadencia de occidente.

Posted by Roberto at 9:20  

2 intruso(s):

Con lo de -horizonte Seattle- te debes referir a la llamada batalla de Seattle, a partir de la cual el movimiento antiglogalización uso las TICs para comunicación, coordinación e información (e mails, páginas web fáciles de gestionar, etc) es decir la burbuja punto com que naciera del 1997 al 2001 tuvo su contraparte de uso social de las TICs cuya cúsopide fue simbólicamente Seattle).
De hecho y como he comentado ya antes, pues este año se cumplen diez años de la Batalla de Seattle es:
"(...) Resultado: el nacimiento en el año 2001 del Foro Social Mundial que en su primera versión logró establecer un diálogo por teleconferencia entre Davos y Porto Alegre así como la filosofía de intercomunicación en red sentó las bases de wikipedia."
Saludos¡

Andrea Naranjo dijo...
3 de enero de 2009, 1:46  

No sé si se guardó el comentario así que lo pego otra vez:

Buen artículo
Con lo de "horizonte Seattle" te debes referir a la llamada batalla de Seattle, a partir de la cual el movimiento antiglogalización (conformado por miembros de la clase media mundial, es cierto) uso las TICs para comunicación, coordinación e información (e mails, páginas web fáciles de gestionar,listas de correos etc) es decir la "burbuja punto com" que naciera del 1997 al 2001 tuvo su contraparte de uso social de las TICs cuya cúspide fue simbólicamente Seattle, el movimiento de SoftWare Libre, etc).
De hecho y como he comentado ya antes, pues este año se cumplen diez años de la Batalla de Seattle es:
"(...)y su resultado fue: el nacimiento en el año 2001 del Foro Social Mundial que en su primera versión logró establecer un diálogo por teleconferencia entre Davos (Bill Gates) y Porto Alegre así como la filosofía de intercomunicación en red sentó las bases de Wikipedia."
En ese sentido, creo que Obama supo cosechar los frutos democráticos del uso de las TICs en la organización y coordinación política. Asimismo Internet nunca dejó de responder a "intereses comerciales concretos", tomando estrategias de comunicación social para ventas de productos.
Los "jóvenes Seattle" de hace diez años, podían creer en una decadencia de Occidente,como la señalas, pero, ¿Hoy en día se puede establecer los límites mismos de Occidente y su eventual decadencia?
Saludos¡

Andrea Naranjo dijo...
3 de enero de 2009, 2:03  

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